En la tarea de buscar sustitutos a la harina de trigo,
papa y arroz, después de casi ahogarme en el intento descubrí los cientos de
opciones alternas que sí podía incorporar a la dieta de mis hijos, como la
harina de garbanzo, de lenteja, de mijo, etc. Recuerden que la decisión
es no sucumbir ante las limitaciones sino explorar las posibilidades.
En el caso de los postres (o comidas dulces) la
almendra cobra gran protagonismo, y resultó que mis hijos (de manera muy
extraña pero afortunada) no son alérgicos a la almendra, lo que me ha permitido
explorar y experimentar recetas con esta nutritiva semilla.
En mis lecturas de recetas observé que la mantequilla
de almendra se usaba mucho incluso en postres no diseñados para ser libres de
gluten, pero en Venezuela no se consigue, así que decidí investigar si era
posible prepararla en casa. Resultó que es muy sencilla de preparar, y
una vez que aprendes, quieres tener siempre en la nevera porque le puedes dar
miles de usos, como untarla en tostadas y crepes.
240 gramos de almendras peladas
Procedimiento:
Colocar las almendras peladas en el vaso de una
licuadora o en un procesador de alimentos. Encender el electrodoméstico y
dejarlo funcionar por unos 15 minutos.
Las almendras se irán triturando, se convertirán en
harina y luego en mantequilla.
De vez en cuando es bueno parar el proceso y revolver
con una cuchara, para despegar lo que se va quedando en las paredes del envase.
Notas:
* Una vez lista la mantequilla, si la vas a guardar
para untarla, puedes condimentaras con canela o nuez moscada, según la
preferencia.
* Siempre es mejor conservar estos alimentos en
frascos de vidrio en la nevera.
* Es importante no dejar el aparato desatendido,
para evitar accidentes en la cocina.
* El tiempo del proceso dependerá de la potencia del
aparato utilizado.
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