Aquí comparto mi experiencia en la cocina con dos hijos muy especiales: Antonio alérgico al trigo, huevo, arroz, papa, cochino, fresa y pescados azules, y Sofía alérgica al trigo, huevo, arroz, soya, pollo, cítricos y piña.

viernes, 14 de febrero de 2014

¿Se puede prevenir la alergia alimentaria?

Después de tener dos hijos muy alérgicos, cuando salí nuevamente embarazada me pregunté si había algo que pudiera hacer para prevenir esta condición en mi tercer hijo.  Son múltiples las respuestas, cada una atendiendo a diversas teorías, ninguna de las cuales cuenta con pruebas contundentes sobre su validez o no.

Lo primero fue que no conseguí ninguna recomendación para seguir durante el embarazo, todas las recomendaciones estaban enfocadas en la alimentación post-parto, durante la lactancia materna. Aquí les comparto lo que conseguí después de mucho investigar.

Dieta hipoalergénica severa:  Consiste en eliminar de la dieta todos aquellos alimentos que son considerados altamente alergenos y los que causan alguna alergia en la familia.   Esto se traduce para la mayoría de las personas en la eliminación de Pescados, Mariscos, Cochino, Cítricos (Naranja, Limón, Toronja, Tomate y Fresa), Piña, Lácteos, Frutos Secos (Maní, Almendras, Nueces y Avellanas) y Huevo.  Sin embargo, en mi caso, también debería incluir la eliminación del Trigo.

Dieta del sentido común: consiste en ir eliminando lo que vayas viendo que no le cae bien al bebé.

Cero dieta – come de todo: partiendo de la base de una alimentación sana, con mínima cantidad de preservativos y colorantes, esta teoría se basa en que todo lo que llega a la leche materna está “digerido” y no le hará daño al bebé.  De hecho los promotores de esta teoría, niegan que los cólicos de los bebés tengan que ver con la alimentación de la madre. Esta teoría lo único que refuerza es la necesidad de amamantar a tu bebé de manera exclusiva hasta los 6 meses y prolongar la lactancia materna el mayor tiempo posible, incluso más allá del primer cumpleaños.
 
Agua de Coco: aparentemente la leche de coco ayuda a potenciar el sistema inmunológico y por esto recomiendan que tanto la madre como el bebé lo ingieran desde el primer día.  Incluso hay países en los cuales se usa la leche de coco como complemento o alternativa a la leche materna en caso de problemas de la madre.


Como verán todo es muy relativo y con datos poco contundentes, lo que hizo que me costara mucho decidir qué hacer. Les confieso es que pasé todo el embarazo rezando por la salud de mis hijos y de la bebé que venía en camino. Al final me fui por mi versión personal, una mezcla con un poquito de todas… Dieta severa el primer mes con incorporaciones paulatinas, me tomé varios litros de agua de coco (no muchos) pero nunca le di a mi bebé. Lamentablemente no pude amamantar a mi bebé todo el tiempo que quería y tuve que comenzar a complementarla a los 3 meses y para los 4 meses ya no la amamanté más. Ya mi bebé tiene un año y estoy a la espera de la cita con la alergóloga porque las erupciones en la piel de mi bebé son cada vez más fuertes…  Espero que algún día las alergias alimentarias sean historia en la dieta de mi familia, pero mientras tanto no dejaremos de disfrutar la vida con la que Dios nos ha bendecido. 

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