Después de tener dos hijos muy alérgicos, cuando salí nuevamente embarazada me pregunté
si había algo que pudiera hacer para prevenir esta condición en mi tercer
hijo. Son múltiples las respuestas, cada
una atendiendo a diversas teorías, ninguna de las cuales cuenta con pruebas
contundentes sobre su validez o no.
Lo primero fue que no conseguí ninguna recomendación para seguir durante
el embarazo, todas las recomendaciones estaban enfocadas en la alimentación
post-parto, durante la lactancia materna. Aquí les comparto lo que conseguí después de mucho investigar.
Dieta hipoalergénica severa: Consiste en eliminar de la dieta todos
aquellos alimentos que son considerados altamente alergenos y los que causan
alguna alergia en la familia. Esto se
traduce para la mayoría de las personas en la eliminación de Pescados,
Mariscos, Cochino, Cítricos (Naranja, Limón, Toronja, Tomate y Fresa), Piña,
Lácteos, Frutos Secos (Maní, Almendras, Nueces y Avellanas) y Huevo. Sin embargo, en mi caso, también debería
incluir la eliminación del Trigo.
Dieta del sentido común:
consiste en ir eliminando lo que vayas viendo que no le cae bien al bebé.
Cero dieta – come de todo:
partiendo de la base de una alimentación sana, con mínima cantidad de
preservativos y colorantes, esta teoría se basa en que todo lo que llega a la
leche materna está “digerido” y no le hará daño al bebé. De hecho los promotores de esta teoría,
niegan que los cólicos de los bebés tengan que ver con la alimentación de la
madre. Esta teoría lo único que refuerza es la necesidad de amamantar a tu bebé
de manera exclusiva hasta los 6 meses y prolongar la lactancia materna el mayor
tiempo posible, incluso más allá del primer cumpleaños.
Agua de Coco:
aparentemente la leche de coco ayuda a potenciar el sistema inmunológico y por
esto recomiendan que tanto la madre como el bebé lo ingieran desde el primer
día. Incluso hay países en los cuales se
usa la leche de coco como complemento o alternativa a la leche materna en caso
de problemas de la madre.
Como verán todo es muy relativo y con datos poco
contundentes, lo que hizo que me costara mucho decidir qué hacer. Les confieso
es que pasé todo el embarazo rezando por la salud de mis hijos y de la bebé que
venía en camino. Al final me fui por mi versión personal, una mezcla con un
poquito de todas… Dieta severa el primer mes con incorporaciones paulatinas, me
tomé varios litros de agua de coco (no muchos) pero nunca le di a mi bebé. Lamentablemente no pude amamantar a mi bebé todo el tiempo que quería y tuve que comenzar a complementarla a los 3 meses y para los 4 meses ya no la amamanté más. Ya
mi bebé tiene un año y estoy a la espera de la cita con la alergóloga porque las erupciones en la piel de mi bebé son cada vez más fuertes… Espero que algún día las alergias
alimentarias sean historia en la dieta de mi familia, pero mientras tanto no
dejaremos de disfrutar la vida con la que Dios nos ha bendecido.
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